Porque en verdad en el amor,
nunca puede haber tristeza.
Si la hay en el querer,
un sentimiento de avaricia
que busca la pertenencia...
Yo te quiero para mi
y si algún día te quieres ir,
porque ya no seas feliz
o quieras ser mas feliz,
intentare retenerte
y que te quedes aquí...
Eso es amor frustrado
que se vuelve odio a veces
ante la ceguera del querer,
demasiado amor acumulado
sin haberlo casi ni mostrado
en un esfuerzo por retener..
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