Las manos en los bolsillos,
la vista fija en el suelo,
andando solo por las calles
sin dinero ni consuelo.
Una idea fija en la mente,
un billete de cincuenta euros
pa no tener que pedir hoy
mas dinero a los abuelos.
Seis millones de realidades,
seis millones de desvelos
y de maltrechas dignidades
señaladas por el dedo
de falsos politicos corruptos.
No te fies de ellos un pelo.
Por eso les recomiendo
que cuando pasen cerca de ellos
se agarren bien las carteras
y vijilen los bolsillos,
que se tapen las orejas
para no oir sus cuentos chinos
que son cantos de sirena...
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